Era Barcelona y estaba la primavera. Así de alterada estaba la situación por aquel entonces, un par de años atrás. En las bibliotecas de allá te dejan sacar treinta documentos entre ellos nueve CD. Y volver a Madrid con tres eran tres las hijas del rey supuso una adaptación. Pues en uno de esos packs me llevé al barrio de Gràcia el álbum Let’s Get Out of this country (2006) de Camera Obscura. De este grupo lleno de un pop melancólico, la canción más conocida y justamente de este álbum es Lloyd, I’m ready to be heartbroken, canción que me encantaba. Era un tributo también, como la canción que nos ocupa, a Lloyd Cole, cantante y compositor inglés. Pues esa otra canción/tributo era y es Dory Previn dedicada a la también cantante y compositora norteamericana.
Dory Previn muy suelta. |
Entonces me puse a investigar por curiosidad si era un nombre inventado por el grupo representativo de algo o si hacían referencias a alguien con lo que me gusta a mí una referencia. Y tanto Camera Obscura como Dory Previn proponen una música multi-referencial y melancólica. Me puse a investigar musical y personalmente a esta mujer que no conocía, metida de lleno en un culebrón del que se sacaban tantos hilos: André Previn, Mia Farrow, Woody Allen…
Allí quedó pero en estos últimos meses he estado escuchando una y otra vez un grupo de canciones con ritmo claro, como animoso pero en el fondo tranquilo que se amoldaban a una situación particular y personal. Una de esas canciones era Yada, yada la scala de Dory Previn. En el fondo intuía en esa voz un ánimo realista y al mismo tiempo iluso que acoplé. Hoy, de casualidad descubro que hace un par de semanas, el 14 de febrero murió con 86 años. Así que tengo que recordarla.
Mythical kings and iguanas donde se encuentra Yada yada la scala. |
Que me interesara musicalmente, entraba dentro de mis preceptos por tener un mucho de folk, pero sobre todo porque se trataba de una música confesional. Una artista que filtra y vuelca en su obra sus vivencias. Dory Previn nacida Langan conoció a su marido André Previn, el poco después famoso director de orquesta, en 1958. Juntos trabajaban componiendo canciones. Dory tenía pánico a volar y en esas giras de músico, estando en Londres pues coincidió el marido con una jovencita Mia Farrow y ya sabemos lo poco que debemos fiarnos de la figura débil, pálida y rubia de la actriz. La muchacha se quedó embarazada (a partir de ahí le cogió gusto a eso de la maternidad) y André abandonó a Dory. Como un inciso y curiosidad y formando parte del culebrón resulta que Soon-Yi, causa de la separación de Mia Farrow de Woody Allen y pareja de este último es hija adoptiva de Mia Farrow y André Previn. Paremos el cotilleo de este lado y volvamos a Dory Previn.
La compositora y cantante que fue nominada al Oscar en tres ocasiones, por esta situación tuvo una crisis nerviosa y estuvo en un hospital psiquiátrico. La suerte que tienen los artistas es que pueden salvarse, resurgir de sus cenizas a través de su creatividad. Estas obras, auténticas revelaciones en carne viva tienen un plus de conectividad emocional, llámense Mark Oliver Everett, Anne Sexton o Dory Previn. El primer álbum de Dory tras su crisis fue On my way to where (1970), un álbum catártico y de búsqueda donde encontramos una canción, Beware of Young girls dedicada a Mia Farrow donde advierte del peligro de las jovencitas. Una catarsis artística evidente si vemos el título de una de sus biografías Bogtrotter: An Autobiography with lyrics (1980).
On my way to where (1970): aprovechando lo vivido. |
Este es un primer asomo a esta mujer que si bien presenta una música llena de tristeza y melancolía supone un ejemplo valioso de caminar con el valor de mirar atrás, reconocer lo vivido, integrarlo, filtrarlo y rehacerse porque estamos aquí para rehacernos una y otra vez suceda lo que nos suceda. A mí me ha servido así que indaguen, indaguen y escuchen más canciones de esta artista. Por ejemplo un álbum curioso, Mary C. Brown and the Hollywood Sign (1972), un álbum temático sobre una actriz de Hollywood (Peg Entwistle) que en 1932 se suicidó lanzándose desde la letra H cuando entonces en la montaña rezaba Hollywoodland. El sueño termina en un momento u otro. Se trata de desarmar el sueño, noquearse y responder. Unos responden lanzándose a la vida con el riesgo que supone y otros lanzándose literalmente de la vida.
2 comentarios:
Y pensar que estuvimos en el mismo concierto y Barcelona (el de Cámara Obscura) y todavía no nos conocíamos :-). Fue la primera vez que estuve en la sala Apolo (cuyo nombre había escuchado tantas veces en Radio3, "concierto en la Apolo...").
¡Bonita entrada!
¡Gracias por esos hilos de ¡conducción!
¡Bsos!
Hola. Cuando compré el disco (años ha) tuve mucha curiosidad por escucharla y saber de ella, al igual que investigar el disco/canción de Lloyd Cole a la que hacían la (hermosa) réplica. El segundo objetivo lo cumplí, pero fui olvidándome poco a poco de ella. Ahora he tenido la oportunidad gracias a tu post, y me ha gustado bastante -lo cual te agradezco-.
¡Saludos!
Pd: Excelente blog
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