martes, 26 de junio de 2012

Soleil: El sol (y la sombra)...en Françoise Hardy.




Françoise Hardy y su flequillo.




Ayer fui al cine. Elegida la película por la curiosidad, resultó ser muy convencional y nada sorprendente.  Ni la voy a nombrar. En fin, que como tráiler previo apareció Moonrise Kingdom. Sé que Wes Anderson tienes miles de seguidores pero yo no estoy en el pack y no la veré. El tráiler me gustó porque las imágenes estaban cubiertas por Françoise Hardy y su Le temps de l’amour cuya música compuso el que sería luego su pareja y otro gran cantante francés, Jacques Dutronc.










Y hoy, toda la semana para ser exactos, tenemos mucho calor. El sol está ahí arriba con todo su poderío. Es lo que tiene estar en verano.  Lo de ayer y lo de hoy me ha llevado a recordar otra canción de Françoise Hardy, Soleil para así rendirle tributo. La fidelidad del sol es imposible de pedir al amor. Esa es la consigna. Y aparece la maison, esa metáfora necesaria que es una constante de la cantante parisina con proyectos futuros en el aire como en la misma Soleil «oublier la maison et l’enfant aux cheveux blonds que nous n’avons pas» o como pasado totalmente añorado en La maison ou j’ai grandi donde se pregunta una y otra vez «où est ma maison».




Soleil (1970). Muy representativo.



Tanto Soleil como Le temps de l’amour hablan del amor pasado, del amor inconsistente o el que no será. En realidad casi toda su discografía está llena de melancolía y tristeza, del paso del tiempo, de añoranzas, de huellas y recuerdos.  


Soleil a pesar de los pesares calurosos es una canción con nocturnidad y alevosía como debe ser toda canción melancólica porque se canta a la fidelidad del sol poniendo el acento en la oposición que mantiene el amor con el sol por eso de que va y muchas veces no viene, el amor se entiende. Una nocturnidad que me lleva a la oscuridad en la que termina otra gran canción suya Le premier bonheur du jour, una canción compacta que empieza saludando al sol y termina bendiciendo casi la oscuridad, esta vez en compañía.




Françoise Hardy a día de hoy.





Françoise Hardy es la banda sonora adecuada para un resurgir, pongamos el caso, ya que guarda cierto equilibrio entre la música en tonos suaves casi naif y unas letras que tras su fachada sencilla, emotiva y referencial se esconde todo un no-presente nada recomendado para los momentos de bajón. El pasado que se echa en falta y que se sabe que no volverá y un futuro que tal vez no sea el esperado sobrevuelan sobre una persona solitaria tal como ya desde sus 18 años y con su primer éxito (Tous les garçons et les filles) selló. Además fue un incentivo para intentar entender el francés, captar algo del idioma con esta canción Soleil sobre todo después de haber intentado alcanzar a Jacques Brel en su La valse à mille temps.


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