miércoles, 28 de diciembre de 2011

Dominique, nique, nique.



La guitarra, el crucifijo y la mirada en alto.



Un caso excepcional aquí, allí y allá. Hay momentos en que más allá de las cualidades musicales, o novedades aparece algo extraño. Hace unos meses en el programa de Radio 3 El hexágono, dedicado a la música en francés, pusieron una canción de Sor Sonrisa y me acordé que en casa de mis padres, la canción  más famosa de esta monja estaba en algún disco de los de antes. Así que las vacaciones navideñas han hecho que entre otras cosas lo buscara pero no lo he hallado. No está. Y mis padres dudan de haberlo tenido alguna vez. Habrá sido mi imaginación. A veces confeccionamos hechos en nuestra cabeza que nunca tuvieron lugar vaya una a saber porqué.  Pero es verdad que en mi infancia sonaba. Todos la hemos escuchado alguna vez supongo que por culpa de los padres. Fue en 1963 cuando apareció una canción de esas que te ronda la cabeza una y otra vez aunque sepas que no te gusta y de la que huyes. Es algo químico, corporal, de piel, algo irracional que hace que se propague por el globo (terráqueo) casi inconscientemente. Dominique, esa canción escrita, compuesta e interpretada por una monja belga, la hermana Luc Gabriel de nombre originario Jeannine Deckers y más conocida como Sor Sonrisa (Soeur Sourire).








Esta belga, tangencialmente un paralelo en pequeño de Lutero (!), entró en la orden dominicana (los dominicos) en 1959 fecha en que ya no se llevaba en la orden la tonsura (rapado de parte de la cabeza). La canción circuló por todo el mundo convirtiéndose en número uno hasta en EE.UU. en las listas Billboard, una de esas que miden a nivel numérico como no puede ser de otra manera el éxito musical. Permaneció allí tres semanas.  Así lo vemos en la película que los belgas han hecho con Cecile de France, Soeur Sourire (Stijn Coninx, 2009).








En su momento, tras tremendo  éxito vino una película como viene siendo  habitual aún hoy y cómo no, Debbie Reynolds le puso cara en la película de Henry Koster,  un cineasta del que recuerdo El invisible Harvey (Harvey, 1950) con un conejo y con James Stewart por lo que venía bien para hacer la historia de la monja versión soft, nada que ver supongo con la película del belga Stijn Coninx que llega a la segunda parte de la vida de esta muchacha censurable para la hollywoodiense.  Los derechos de autor de la canción que nos ocupa, la monja  los firmó para el convento, el resto de ingresos, para la casa Phillips. Todo esto debido a que los votos para las integrantes eran de pobreza y obediencia pero al poco ya no obedeció más. A los tres años salió convencida de su falta de vocación. Como no podía seguir usando su pseudónimo se llamó en su segunda etapa musical Luc Dominique, llegando hasta componer una canción que era una oda a la píldora anticonceptiva La pilule d’or (la píldora de oro) y en otra llamada como ella misma declara la muerte de Sor Sonrisa. El súmmum de todo esto es que convivía con otra ex monja, su pareja Annie Pescher. Los problemas monetarios que podían haberse solucionado con una pequeña parte de su fama a la que no podía acceder provocaron que las dos se suicidaran juntas el 29 de marzo de 1985. Hasta les quitaron su escuela de niños autistas. Así que los barbitúricos y el alcohol provocaron el final. Aquí y ahora, Debbie con Dominique en inglés sin presagiar su final.






Como estos días son de volver a la familia, a tus recuerdos, a las músicas básicas (villancicos) qué mejor manera que esta canción sobre todo coincidiendo con el día de los inocentes. Seamos inocentes y entonemos el ritmillo básico y sencillo de Dominique. Y en un par de días poneros a buscar la versión de La Lupe y así cambiamos el chip porque de dulce, de eclesiástica, de básica no tiene nada. Porque el año nuevo es para romper, para cambiar. Mientras que buscáis la versión de La Lupe aquí os dejo la versión ochentera de Dominique por la misma Sor Sonrisa antes de irse del todo.






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