jueves, 7 de marzo de 2013

Tres galerías madrileñas para marzo con Valeriano López, Miquel Barceló y Jamie Baldridge.










Se me escapó. Hace cuatro días que terminó la exposición Los encargados de los artistas Jorge Galindo y Santiago Sierra en la galería Helga de Alvear. Una crítica en blanco y negro a la transición ya que se trataba de pinturas, fotografías y un vídeo con el primer plano de los jefes de estado españoles tras Franco. Pero aquí arriba podemos ver el vídeo. Un desfile fantasma por el centro de Madrid.





Una galería con solera.




Me perdí esta, pero hoy decidí que había que compensar esa pérdida así que escogí tres galerías que mostraban cosas interesantes. Y entre ellas, para no terminar con la crítica política-social me dirigí a la galería Juana de Aizpuru en la que el mismo día que terminaba la exposición que no pude ver empezaba la andadura de otro artista español, Valeriano López. Allí estaba la mujer, Juana, con la puerta de su despacho abierta, inevitable verla y reconocerla por su colorido pelo y saludarla de lejos.




Valeriano López nos presenta SƎCUELA PÚBLICA. ¡Pero si ya con el título es suficiente reclamo! El juego verbal tanto fonético como semántico del título se mantiene en la gran mayoría de las piezas. La crítica aparece con el primer vistazo. Los colores en los que encuadra el leitmotiv de la exposición son los mismos de la Comunidad de Madrid: el blanco y el rojo. Tenemos al «pedagogó» con bola de discoteca incluida, elementos ridiculares que no curriculares, los estudiantes como rebaño, dicho tanto por la masificación como por la vinculación eclesiástica y otras tantas piezas que estoy deseando que veáis. Las piezas dan mucho juego: unas sillas con orinal incluido en su asiento, más que gracia es como ver un museo de las consecuencias de algún campo de concentración o guerra. Suena duro pero es así. Son más que evidentes las consecuencias de todo lo que está pasando con los recortes y privatizaciones pero aquí se revela. El orinal camuflado me recordó al que le pusieron a Marina Abramovich cuando hizo su exposición The artist is present en el Moma. En ese caso era una ayuda para lograr el objetivo, aquí es una cadena que subyuga. La fotografía Secuela de la medusa es un  remedo de La balsa de la medusa de Géricault versión botellón. En la original, las causas de fondo del naufragio era la incompetencia de las autoridades. Lo mismo podemos decir de la presente.






Consecuencias.






La violencia de lo romántico.




La única gota de esperanza en este mar desilusionante es el poema de Gabriel Celaya que aparece escrito en una pantalla en puro contraste con la repetición constante de los remeros cual galeotes.




Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.

Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.






Frialdad aséptica.







Miquel entre su barro.
Mis pasos se fueron después a otra galería no muy lejana de la primera; la galería Elvira González. Allí estaba Miquel Barceló, en obra y gracia que no en persona. Dieciséis obras, seis pinturas y diez esculturas todas muy manuales. La arcilla, ya cerámica con formas descompuestas y manipuladas te llevan a una doble sensación: la de enorme maleabilidad e intensa rudeza. La forma de ladrillo que encontramos en varias ocasiones aquí, te llevan a esas gominolas que se han vuelto duras pero que peleándolas en tu boca puedes llegar a amasar. Hay huellas; se nota el trabajo sobre la materia, y de eso también forma parte la pintura, como primitiva, que coloca sobre ellas. Y el tamaño; el que la mayoría sean grandes no te lleva al respeto de la monumentalidad sino a la relación de tú a tú del artista con la materia. Son obras que descubren procesos de creación, que no son perfectas, que permiten huellas, comienzos y no finales. Este material a veces una desearía manejarlo porque te daría la sensación de que creas y fabricas al tiempo algo. Te cubriría esa necesidad de sentirte útil porque el trabajo con las manos es el que une tu cabeza con la realidad de forma más inmediata si es que no he dicho una redundancia.







Pequeña pero matona.






Anocheciendo me dirigí a otra zona de galerías, la de la calle Alameda donde hay una pequeña galería que se llama Cámara oscura. Esta es de obligada visión. Se trata de fotografía, una fotografía cercana a la ilustración e incansable de ser mirada porque es una semilla de historias.  El joven artista norteamericano Jamie Baldridge nos ofrece en cada una de sus fotografías el montaje de un pequeño mundo. Unos tonos cálidos enmascarando «peculiaridades». No es para nada grosero pero es lanzado, no es trágico pero te monta un drama. Te deja que mires tranquilamente para que te montes tu propia historia. No es una fotografía realista sino toda una visión del mundo, una propuesta creativa. Una pena que os la perdierais. En todo caso un artista a seguir.




Impactante.







Aliméntense con arte.





[Valeriano López, Secuela Pública. Hasta el 12/04/2013. Galería Juana de Aizpuru. Calle Barquillo, 44, 1º. Lunes a sábado: 10:30-14, 16:30-20:30.


Miquel Barceló. Hasta el 27/03/2013. Galería Elvira González. Calle General Castaños, 3. Lunes a viernes: 10:30-19:30. Sábados: 11:00-14:00.


Jamie Baldridge, Playing with Arsenic. Hasta el 30/03/2013. Cámara oscura galería de arte. Calle Alameda, 16, 1ºB. Martes a viernes 16:30-20:30. Sábados 11:00-17:00].


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